Segundo Rojas: “Estamos convencidos de que toda crisis puede ser transformada en una oportunidad revolucionaria”



La revolución de la moringa toma los partidos políticos



Édgar Alexánder Morales

Acarigua-. Segundo Rojas; vocero regional del movimiento revolucionario Tupamaro en Portuguesa, no solo conversa sobre temas de política, no solo analiza los problemas nacionales y regionales, sino que su organización política, digno aliado del Gran Polo Patriótico, discute de producción agrícola. Ejemplo para todos aquellos que desde las trincheras de la disertación, olvidan que hay que ir a Dios rogando y ¡el mazo dando!

Asevera que el objetivo de sembrar, incentivar y masificar la producción de la moringa, planta para fines agrícolas y alimenticios, es crear nuevas alternativas que contribuyan a enriquecer nutritivamente el patrón alimenticio en los animales, producto, con un aporte nutritivo en la dieta diaria, y que masificará justamente como consumo animal en el estado.

En este sentido, se han realizado varios talleres teóricos en el cual se han expuesto las generalidades de la moringa, las características más relevantes de la planta, su uso y las plantaciones en otros países como México, Cuba y Colombia. Así mismo como sus múltiples beneficios para el consumo animal y sus aplicaciones dentro del mundo de la agricultura, como planta forrajera y materia prima para la elaboración de alimentos concentrados para animales  tales como: cerdo, aves, conejo,  bovino entre otros.

Segundo Rojas, dice que “se constituyó dentro de nuestra  organización un concejo productivo que a su vez tiene su mesa técnica,  el cual cuenta con un banco de proyectos y que a través de este, se le estará dando impulso a todas las iniciativas, en conjunto con la Asociación Civil de Productores Agrícola Socialista de Turén, donde se buscan promover la conciencia autosustentables en el estado Portuguesa, a través de proyectos integrales e impulsar el saldo organizativo en las comunidades, con la producción de pequeños espacios productivos como los son: los conucos, ya que no es posible que no produzcamos lo que consumimos, que solo no podemos limitarnos al maíz, arroz y caña de azúcar, donde en cada comunidad debería constituirse un círculo productivo”.

Dentro de esta mesa técnica –explica el líder político- se han abordados temas de la realidad agrícola nacional, la dependencia de la producción de la semilla (el caso Monsanto), el significado de los transgénicos bajo el modelo socialista.

Además se ha discutido el modelo de financiamiento, el alto costos de los insumos y fertilizantes agrícolas, la vialidad, el inventario de repuestos y déficit de maquinarias, el transporte,  que hace falta en el estado  entre otros temas como la roya en el café, a lo cual Tupamaro propone la agricultura ecológica como sistema de trabajo, en la  cría de animales, para la producción de alimentos más sanos de mayor calidad,  nutritiva y en cantidad suficiente.

“Esto no significa que algunos pretendan  hacer ver,  que  volvamos  a la agricultura del pasado, pues la tradición agrícola de nuestros campesinos es complementaria y compatible con los modernos conocimientos técnicos y científicos, los cuales permiten comprender la razón de ser, las bases técnicas tradicionales permitiendo su mejora y su justa aplicación aportando nuevos procesos y medios”.

Es de acotar, que el  fracaso del imperialismo –resalta-  marca un cambio global en esta fase superior del mismo, nos vendieron que la globalización era una maravilla y resulto que el derrumbe de este sistema también se globalizo y está llevando más miserias por todo el mundo. La agricultura moderna es otro de sus productos que en este momento es conveniente revisar desde el inicio de este siglo, se habla de un cambio de clima, el cual nos convoca a la reflexión profunda y a la toma de conciencia, así mismo a    la búsqueda de alternativas viables, las cuales nos permitan transcender hacia sistemas más humanos, solidarios y respetuoso del ambiente.

“La agricultura convencional moderna e importada de otras latitudes, ha demostrado que no es sostenible como sistema agrícola único por los altos costos de los insumos y por los problemas tecnológicos que acarrea, por otra parte, no es sustentable por los problemas ambientales sociales y culturales. Los economista neoliberales a un consiente de los problemas, se resisten a internalizar los costó externos (salud, ambiente, recurso) en los que se han incurridos con la aplicación incontrolada de estos paquetes por años,  estos paquetes tecnológicos es un sistemas donde todo gira alrededor del capitalismo y su objetivo es producir, producir y producir dejando al lado al hombre y su entorno”.  Expresó Rojas.
  
El vocero de Tupamaros indica que en este tiempo de cambios donde lo social  juega un papel protagónico y las relaciones pueblo y Estado se estrechan, es necesario que lo agrícola y lo ecológico se encuentren para darle una visión más humana y ambiental a la producción de alimentos, desechando la concepción capitalista, depredadora de los recursos naturales y del hombre. La agricultura ecológica en el  marco de la revolución bolivariana debe tomarse como alternativa dentro de un proceso de investigadores universitarios, que combinen e intercambien conocimientos (los saberes del pueblo) y se apliquen las experiencias; en otras palabras, los campesinos tienen ahora como nunca la oportunidad,  el derecho y el deber de integrarse de manera participativa y protagónica al desarrollo armónico del país.

Todo esto iría en conjunto con la ley del sistema económico comunal cuyo objetivo es desarrollar y fortalecer el poder popular, estableciendo normas, principios y procedimientos para la creación de un sistema económico integrado por organizaciones socio productivos, bajo el régimen de propiedad social, impulsada por nuestra organización Tupamaros en pro de satisfacer las necesidades colectivas y revertir socialmente el excedente.

Segundo Rojas agrega que mediante una planificación democrática, justa y solidaria, Tupamaro y su militancia emprende un proyecto socio productivo  como es la siembra de una hectárea de Moringa para la producción de semilla, tres hectáreas de Tuca, tres  de plátano, tres de lechosa, como el impulso de una granja integral, casas de cultivos, así como la implementación de un laboratorio para la fabricación de insecticida  y fungicida orgánicos para la producción agrícola en nuestros estados.

Lo ideológico y lo productivo

Desde Tupamaro, -expone Segundo Rojas- estamos convencidos de que toda crisis puede ser transformada en una oportunidad revolucionaria, lo cual implica estudiar y entender las oportunidades táctico estratégicas que surgen en medio de una determinada coyuntura, para actuar con claridad en un plan de acción que siendo analizado científicamente nos conduzca por el sendero del éxito.

En este sentido, la militancia del MRT lejos de desesperarse por las contradicciones que hoy se expresan en Venezuela, vemos el contrario, que esta se convierte en un momento oportuno para reimpulsar y radicalizar el proceso venezolano.

“Tupamaro es una organización de conducta revolucionaria, donde existe una permanente vigilancia revolucionaria de nuestros cuadros, bien sea, para evitar desvíos en su conducta, o cuando la situación lo amerite, para depurar y seguir adelante”.

En el ¿Qué hacer? Tupamaro ha definido una hoja de ruta en la coyuntura actual, la cual detalla. 1 Avanzar con el proceso de expansión y crecimiento de la militancia, para lograr una efectiva acumulación de fuerzas en la suma de voluntades al proyecto Tupamaro, así como en la formación de nuestros cuadros y en la acción permanente de calle. 2 Dar continuidad y fortalecer el trabajo de formación y capacitación de la militancia y en especial de nuestra juventud, tanto en lo académico como en lo político. 3 Seguir desarrollando nuestra campaña de agitación e información, fortaleciendo los medios de difusión propios para contrarrestar la compaña infame de la canalla mediática. 4 Continuar con el desarrollo de los bloques políticos de la organización, para incrementar nuestra dinámica de trabajo, aumentar los niveles de solidaridad y hermandad de nuestros cuadros y nivelar los procesos de desarrollo de la organización. 5 Siendo consecuentes con el planteamiento, de que Tupamaro debe prefigurar a lo interno la sociedad que quiere construir, hemos asumido como meta lograr nuevos niveles de organización, orientado a consolidar territorios controlados por el partido, masificando de manera militante, el trabajo socio  productivo ya emprendido por la organización en combate a la guerra económica; usar nuestras áreas de trabajo productivo como experiencias consejistas en el desarrollo del poder autónomo; avanzar en el proceso de autogestión financiera, tanto para el partido, como de la militancia; los nuevos niveles de organización deben servir para impulsar la construcción del poder dual, base fundamental para la transformación revolucionaria del Estado burgués en Poder Comunal.

Añadimos: “En definitiva, en el MRT somos de la idea que la meta política trazada estratégicamente para la Alianza Revolucionaria, debe ser convertirnos, como frente de lucha, en constructores de un modelo alternativo  al capitalismo y generar desde la racionalidad comunicativa, un plan de acción común, donde el debate, las ideas, valores y relaciones en términos sociales tengan coherencia en lo colectivo y esté por encima de lo individual. Se oriente a unificar voluntades en torno a una estrategia de organización no burocrática […] De lo contrario, habremos dejado de asumir la función básica de una Alianza Revolucionaria, la cual, tiene que ver con la participación activa a favor de los oprimidos en la polémica existente entre burgueses y proletarios, siendo esta la contradicción antagónica fundamental del capitalismo.”

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