El Gallo Claudio: Digo, Digo
El Gallo Claudio:
Digo, Digo
Édgar Alexander Morales (*)
@emoralesjayaro
Qué podrían tener en común el barinés Claudio
Fermín, que es un político connotado de nuestro país, sociólogo y exalcalde del
municipio Libertador entre 1989 y 1993 y “El
Gallo Claudio”, personaje del dibujo animado que apareció en muchas
caricaturas de Warner Brothers como Looney Tunes y Fantasías animadas de ayer y
hoy. Creado por Robert McKimson y Warren Foster y que protagonizó 28 dibujos
animados de 1946 a 1963 durante la época de oro de la animación estadounidense.
En realidad, poco; aun cuando se nos cae la
cédula cuando oímos o vemos las declaraciones del político y lo asociamos con
su tocayo, el gallo, e imagino inmediatamente después el pronunciado síiiii, de
la Señorita Prissy (Miss Prissy). En realidad lo común lo fijo en el personaje
hijo de esta última, Miss Prissy que se llama Cabeza de Huevo Junior, que es el
pollito supe inteligente que termina siempre por anteponer sus ideas, a las del
gallo, cuya madre pretende.
Y es que, refiriéndonos al ex alcalde,
Claudio ha venido proponiendo una especie de “reconciliación” entre factores
que llevan más de 20 años tratando de imponer sus ideas, a costa del detrimento
del país, de su sociedad. Sin ánimos de cederle o no la razón a ninguna de las
partes, Fermín se ha embarcado en una campaña que el gobierno aplaude y un sector
de la oposición aborrece. En este sentido, el barinés ha sufrido una merma
electoral, o corrijo; ha sufrido una avalancha de seguidores negativos que ven
en él, un traidor y, corresponsable de las vicisitudes más tristes que pueden
correr los venezolanos, porque según sus detractores es un colaboracionista del
gobierno.
De paso, el gobierno “azuza” a la animadversión contra Claudio Fermín,
pues reiteradamente “saca entre 17 y 20” puntos en el programa de Diosdado
Cabello, que jocosamente y con sarcasmo, “aprueba” los trinos de Fermín y
respalda prácticamente todo lo que dice “El Negro Claudio” como cariñosamente
también se le reconoce.
La política venezolana ha venido en menoscabo
desde hace más de 60 años. Las distancia ya no se guardan y el respeto no
existe entre sus actores; la oposición venezolana es a mi manera de analizarlo,
la responsable más pronunciada de este menoscabo moral, en la cual se incurre
de parte y parte. No quiero yo ser el defensor a ultranza del señor Fermín,
pero si hay algo que reconocerle, es su hilo discursivo, que guste o no, ha
sido una morfología dialéctica en la política, que merece un análisis profundo
de lo que representa, para el rescate de los valores éticos, de la política en
el país.
Otra razón para reconocer en Claudio, es
haberse quedado en el país y desde su trinchera, discutir, proponer, opinar,
explicar en medios de televisión, periódicos y en cualquier escenario, ideas
que la postre creo yo; darán sus frutos a este importante personaje víctima del
acoso cibernético (o ciberacoso) que no es otra cosa que utilizar la tecnología
para amenazar, avergonzar, intimidar o criticar a un hombre que seguramente
habrá cometido errores en política, pero ha que ha resistido estoicamente la
incomprensión de los sectores de la oposición radical y de los sectores del
gobierno que como piezas de ajedrez, manipulan su discurso.
¿Y por qué se parece al pollito? Pues dado a
que entre los engaños del gavilán pollero y el Perro George, Cabeza de Huevo
Junior, escucha los consejos del gallo Claudio y actúa según su propia
conciencia. Digo.
(*) Periodista, columnista.
moralesjayaro@gmail.com
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