OPINION: Concepción filosófica y proyecto de país
La
política no es un pasatiempo excéntrico, para decir frases felices, tristes o
rimbombantes. Tampoco un reality show en busca de influencia social. Es una
vocación de servicio público con principios y valores, que cruzan una concepción filosófica, con miras a un proyecto de país. Probablemente
la improvisación y la expresión presumida en el abordaje superfluo de temas
fundamentales, por parte de algunos
actores políticos tanto del gobierno como de la oposición, dejen en entredicho
lo referente tanto a la concepción filosófica como al ansiado proyecto de país.
En este
sentido, si existe un proyecto de país y por lógica desde el concepto de la
unidad “todos somos necesarios”, cada quien desde su trinchera ideológica y
filosófica le otorga el significado correspondiente. De allí pues, Un Nuevo Tiempo,
apoya una "economía social de mercado" o una "economía
mixta", que combine los mecanismos del Estado, con una planificación democrática coordinada por el Estado,
que oriente los esfuerzos y expectativas del capital, del trabajo y de los
consumidores hacia el logro de metas de desarrollo planificado. En pocas
palabras, cree y estimula la coexistencia de la actividad privada y la acción
del Estado.
Asimismo,
rechazamos el esquema neoliberal y consideramos que el mayor crecimiento
económico y la mayor equidad distributiva, deben ser "simultáneos en vez
de sucesivas". He aquí, nuestra postura férrea contra la implementación del “Paquetazo Rojo”
promovido por el actual régimen de Nicolás Maduro. Por ello, insistimos como organización política, en que
las condiciones económicas actuales ameritan urgentes correctivos y deben
ajustarse progresivamente a la realidad política, social y económica de los más
necesitados.
Al
respecto, en lo personal considero que es inaudito, avalar el rotundo fracaso de las ideas que en
materia económica ha implementado el régimen. Peor aún cuando caen en cascada
sobre los hombros del pueblo venezolano, que cada vez está más angustiado y
molesto, más alarmado y confundido, porque en vez de producirse las rectificaciones
necesarias; por el contrario se anuncian y se toman medidas muy alejadas de los
necesarios cambios. Medidas estas que demuestran la persistencia en el error,
por parte de un régimen que trata de aparentar una revolución, en favor de las
mayorías, que se ha convertido en una excusa para la corrupción e incapacidad,
lo que ha traído como resultado la destrucción de la economía del país.
Ante
esta realidad, un gobierno serio, con verdaderos principios de gobernabilidad, estaría
obligado a deponer actitudes, aceptar los errores cometidos y a dejar las
improvisaciones. Es necesario por primera vez en quince años de desgobierno
pensar en la conveniencia del futuro del país, no de la elite del PSUV o en su
defecto de la cúpula militar más corrupta del país. El futuro del país, de
nuestros hijos, de las nuevas generaciones está por encima de todo. Diría el poeta español Antonio Machado: “en
política sólo triunfa el que pone la
vela donde sople el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la
vela”.
Por último,
es una lástima que nuestra concepción
filosófica y proyecto de país, sea desterrada de antemano, por la negativa del
régimen en debatir sobre el asunto. No queda otra sino seguir a la espera de
las anunciadas medidas del presidente Maduro y seguir haciendo los
señalamientos a lugar. Muchos venezolanos ya sabemos por donde vienen los tiros:
herir a quemarropa el bolsillo de los
más pobres, con el aumento de los precios de la gasolina y las tarifas de los
servicios públicos, seguir empobreciendo al pueblo, para tenerlo arrodillado y
pendiente de las colas para comprar comida, aunque aparentemente, anuncie
medidas para solventar la escasez, cuando todo el mundo sabe que en realidad
quienes contrabandean, acaparan y luego culpan a los privados, son ellos
mismos. Espero equivocarme. Amanecerá y
veremos.
Edgar Rivero C.I:
12.448.462 / riveroeeea@gmail.com.
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