En la oposición existe un ambiente de pasiones desatadas
Édgar Alexánder
Morales
Acarigua-.
El militante revolucionario e integrante del Gran Polo Patriótico Simón
Bolívar (GPP-SB) y del Centro de Formación Ideológica (CFI) Homar Garcés,
argumentó que existe un ambiente de pasiones
desatadas, producto de la ambición de algunos personeros de ser postulados como
eventuales candidatos a diputados de la Asamblea Nacional el próximo año dentro
de la oposición venezolana.
Advirtió que esto también
se observa en Portuguesa respecto a Moisés Reyes, cuando la simple posibilidad
de ser tomado en cuenta como candidato de la MUD, desencadenó una serie de
ataques por parte de sus copartidarios a fin de impedir que ello sea posible,
“lo que nos permite especular que, quizás, se imponga nuevamente el criterio
que prevaleció en la escogencia de candidatos para los comicios pasados”.
No dudó al interpretar que
aunque es un tema “que no nos incumbe a chavistas y revolucionarios, la
situación interna de la oposición podría servirnos de guía para seleccionar a
los hombres y a las mujeres que asumirían las candidaturas del chavismo para la
Asamblea Nacional, ya que no debemos ni podemos darnos el lujo de repetir
nombres, que no tienen conexión alguna con las bases chavistas, lo cual sabrían
aprovechar nuestros enemigos ideológicos a su favor, modificando peligrosamente
la correlación de fuerzas existente en el parlamento nacional, de un modo
similar al ocurrido en Honduras y Paraguay”.
El maestro ambulante
sentenció que en este terreno, no se puede obviar la ventaja de la oposición en
relación al chavismo, dado el interés político y la disciplina electoral de sus
partidarios al momento de ir a votar, cosa que no acontece al cien por ciento
entre los chavistas, que participan en toda elección con más de una
candidatura, impidiendo el desarrollo de un programa político unificado y, al
mismo tiempo, impidiendo que el voto se convierta en una herramienta para el
avance y la consolidación del proceso revolucionario bolivariano socialista,
haciéndose uso de la demagogia y del clientelismo, tal cual lo hicieran adecos
y copeyanos antes de Chávez.
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