Las fallas eléctricas causan molestias en Acarigua y Araure
*** Falla
en la línea Yaracuy-Acarigua II motivado a descarga atmosférica afecta parte
del sistema suroccidental***
Édgar Alexánder Morales
Acarigua-. Desde 2008 el gobierno ha anunciado
inversiones y proyectos para fortalecer y estabilizar el sistema eléctrico
nacional. Sin embargo, en esos seis años, lejos de mejorar ha empeorado, y el
estado Portuguesa es una de las entidades que ha sufrido de dichas fallas.
El
pasado sábado, la electricidad causó estragos en comunidades de la zona sur de
Acarigua, y el centro de la ciudad, así como las barriadas populares del
municipio Araure.
Hasta
la presente fecha no se ha resuelto ninguno de los problemas de generación,
transmisión y distribución de energía, pues desde hace más de 14 años el
sistema está deteriorado y requiere inversión, pero en 2008 se agravó y obligó
al gobierno a anunciar correctivos.
La
caída de las ocho torres de transmisión en Monagas, el miércoles pasado, es la
mayor muestra de que el desempeño del sistema se ha agudizado.
Esta
es la segunda vez que ocurre algo así, la primera vez fue en 2012, esto solo se
explica por la falta de mantenimiento, porque de lo contrario, para que se
desplomen, debe acontecer un evento de la talla de un desastre natural.
El
viernes en la noche, el ministro de Energía Eléctrica, Jesse Chacón, a
propósito del apagón que dejó sin luz a 18 estados y Caracas, señaló que el
derrumbe de esas torres afectó la distribución en Sucre y Monagas e hizo que el
sistema que surte a esas entidades dependiera de una línea, esa línea está
sometida a un esfuerzo mayor, lo que produjo la fluctuación de todo el sistema
y trajo como consecuencia la salida de todo el sistema de generación.
Los centros comerciantes,
hospitales y comercios de las gemelas son los más afectados por esta situación,
por tanto se exige al gobernador del estado, y a las autoridades de Corpoelec
en primer término, que den una explicación por las fallas y segundo, que Wilmar
Castro Soteldo, haga lo pertinente por minimizar el impacto de las fallas en
esta región que dependen de electricidad para procesar materia prima que sale
de los campos y que asegura la soberanía alimentaria del país.
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