El paro, las colas, elecciones internas y la economía es el tema principal de los primero 15 días del año
Édgar Alexánder
Morales
Acarigua-. Ricardo León, es
líder de un movimiento cultural denominado Puño Alzao. Y desde Villas del
Pilar, Araure, eleva su pensamiento en tiempos difíciles “me preguntaron si
¿mañana me paro? (el lunes), les dije por supuesto. El lunes me levanto bien
tempranito a hacer Patria y construir el socialismo. Los obreros seguimos de
pie y luchando. La empresa privada parasitaria es la que quiere detener al
país”.
Vasken
Shamekian, líder de la oposición en el municipio Araure, piensa diferente: “el
gobierno chavista-madurista lo que quiere es violencia, para suspender las
parlamentarias, ¡no hay paro!”.
Así
esta Venezuela hoy, cuando han trascurrido ya 14 días del mes de enero y en
Portuguesa, no es diferente la situación que en el resto del país.
Hay
quienes piensan que el coctel de llamados a paro, o auto paros, las colas en
los abastos y supermercados, las elecciones internas del PSUV y de la MUD y la
economía, se esbozan en dos aristas: Una que la oligarquía tradicional ve
lograr su objetivo sin llamar formalmente a un paro o a una confrontación donde
alguien tenga que dar la cara, por la responsabilidad de lo que pasa más allá
del mismo gobierno y la otra los sectores trasnacionales, del vampirismo
petrolero, además de sectores mayameros recalcitrantes que ven en Venezuela una
gran riqueza que saquear y que el gobierno, aun sin mucho esfuerzo y sólo por
tener que mantener de alguna manera el legado de Chávez, no permite que pase de
manera directa.
Los
analista alejados a las posturas del gobierno van más allá, y aseveran que hay
sectores del entorno del Presidente Maduro, que asumen que el presidente no
durará mucho y juegan a raspar la olla, tratando de obtener la mayor cantidad
de divisas preferenciales, antes de que el gobierno sucumba.
Félix,
hermano de Ricardo y también integrante de Puño Alzao, comenta: “Vamos a ver
quiénes se van al paro: Yo me voy a paro nacional cuando dejen de cobrar más de
2 millones de pensión los adultos mayores (…) me voy a paro cuando los niños
dejen de recibir su Canaima, sus libros, su comida en nuestras escuelas, me voy
a paro cuando miles de venezolanos dejen de recibir sus viviendas dignas, me
voy a paro cuando nuestra educación sea privada, me voy a paro cuando miles de
madres del barrio dejen de recibir su ayuda, me voy a paro cuando se termine
las misiones educativas, me voy a paro cuando millones de venezolanos nos
quiten los barrio adentro, me voy a paro cuando a millones de venezolanos,
dejen de venderles en nuestro mercales, me voy a paro cuando nuestra amada
Venezuela sea de nuevo entregada a los Estados Unidos”.
Se necesita un líder
La
guerra económica es implacable, la desinformación es atroz, la corrupción
dentro del aparato del Estado hace tanto o más daño que la oposición; el pueblo
chavista está como a la espera de la reacción del líder; en este momento tan
difícil por la juventud del proceso, no se necesita un presidente, en este
momento se necesita un líder.
Las
líneas anteriores corresponden a las voces dentro del PSUV; quienes incluso
piensan que nadie es indispensable pero, todos son necesarios cuando se trata
de consolidar grandes obras colectivas y es que, una amplia alianza de clases,
géneros, etnias y doctrinas fue la estrategia de Hugo Chávez, para alcanzar el
poder político como nunca otro movimiento de izquierda lo había logrado en
Venezuela y, así impulsar grandes cambios sociales, políticos y económicos a
beneficio del pueblo venezolano. Hoy todo eso es una quimera.
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