Antigua sede de Cadafe representa un peligro para la comunidad

***Además sirve de guarida de malandros, que comenten sus fechorías y se “enconchan” en estas infraestructura abandonada***

Édgar Alexánder Morales

Acarigua-. Al igual que el llamado “Museo de La Agricultura”, la antigua sede de Cadafe, es un monumento a la desidia, una infraestructura erigida para honrar la incompetitividad, y un recordatorio, de que ninguno de los alcaldes que han pasado por Araure, poco le importa el reordenamiento de la ciudad.

Luis Veliz y Eduardo García; voceros del concejo comunal del Barrio San Pablo, declararon a la prensa para recordar una vez más a las autoridades, que deben cumplir con sus promesas.

 A la queja se sumó el concejal Julio Castillo, acompañado de integrantes de la Mesa de Unidad Democrática de esta misma localidad, quien constató las vicisitudes por la que atraviesan las familias que allí habitan.

Los vecinos denunciaron que las áreas de la antigua planta eléctrica de CADAFE, localizada en la bajada del Hospital Universitario J. M. Casal Ramos se encuentra en estado de abandono.

Manifestaron su preocupación no solo por el estado de abandono si no también plantearon su inquietud con la utilización que se le da a ese sitio por parte de personas que lo usan para abandonar elementos en desuso, arrojar basura, constituyendo esto, una guarida permanente para los delincuentes.

“Hemos reclamado ante las autoridades municipales competentes esta situación, por lo menos para que se mantenga limpia el área, también hemos presentado proyectos para la construcción de un pequeño centro comercial municipal, pero nadie hasta ahora nos ha dado una respuesta oportuna, solo ustedes tomaron en cuenta nuestra llamado, esperamos nos puedan dar una mano ante esta situación.” Dijeron Veliz y García.

Por otra parte los  habitantes también manifestaron que la zona se convierte en una “boca de lobos”, y que es habitual ver a personas sospechosas deambulando por los alrededores del terreno abandonado.

Por último los denunciantes no se molestaron en pedirle atención a la alcaldesa Nubia Cupare, pues para ellos la respuesta siempre será la misma, no hay plata.