Portugueseños piden de una vez por todas poner coto a comerciantes asiáticos
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Dicen que la guerra económica también hay que darla en los abastos y comercios chinos
que si bien es cierto han sido medianamente controlados, los asiáticos siguen
haciendo de las suyas***
Édgar Alexánder
Morales
Acarigua-. No se trata en
ningún modo de xenofobias, los venezolanos durante los últimos 80 años han
recibido en este suelo, cualquier cantidad de europeos, asiáticos y africanos,
y el calor de la gente les ha brindado cobijo en las pampas andinas, en el
oriente, en el centro occidente, en el centro, en el sur, y los llanos, para
que ellos, juntos a sus familias, se establecieran y ayudaran a construir lo
que tenemos hoy, un gran país de oportunidades, con características de
cualquier pueblo suramericano, pero con algo único, la solidaridad a flor de
piel, lejos de cualquier signo de racismo, discriminación racial o étnica.
En los abastos y supermercados de los comerciantes
chinos sucede algo muy claro, y es que, la especulación no se oculta y es así
que un producto regulado, lo venden al mejor postor, sin ningún control, de
noche y por detrás de los establecimientos, y en variables oportunidades ante
la presencia de los funcionarios de seguridad de Estado.
Recientemente se celebró el día de la “No
violencia contra la mujer”, a lo cual cabe la pregunta, ¿no es violencia contra
las damas, estarse paradas, acostadas o hincadas a las afueras de los
supermercados, a pleno sol o lluvia según sea el caso?
La situación es bastante deprimente y uno de
los grandes problemas es la falta de autoridad. Muchos comerciantes chinos
venden sin dar, como obliga la Ley, la factura correspondiente al cliente, el
Seniat los sanciona en algunos casos, en otros no, pero resulta que la multa y
la sanción no se compara en perdidas, con las grandes ganancias que generan no
dar la factura, incrementar 10, 20, 50, 100 o 200 bolívares cualquier producto
de primera necesidad, “vale la pena”, nos explica Iván Oviedo quien ha sido
comerciante.
Oviedo asegura que la regulación de las
autoridades no es suficiente, “eso pasa con los chinos, pero además sucede con
las árabes y la línea blanca y marrón, con los portugueses en las carnicerías y
abastos, la guerra económica también es desde adentro y de sectores de la
sociedad que han sido cobijados por nosotros los venezolanos y no creemos
justo, que se nos pague de esta manera, es hora que el gobierno haga algo en
ese sentido, para eso existen embajadas, consulados y todo ese perfil
diplomático en nuestro país, aquí hay un club chino, hay que reunirse con
ellos, los venezolanos estamos cansados ya de tanta injusticia, hay que poner
orden”
Dice Oviedo que a veces el maltrato viene de
los comerciantes hacia el consumidor, no todos los asiáticos son así, pero
existen personas de ese país así, ofenden al trabajador venezolano, lo vejan y
lo creen ladrón, la gente no habla de esto no sé por qué, pero yo estoy en mi
país y puedo decir lo que se venga en gana porque estoy en una nación libre,
por qué no decir que la insalubridad en muchos de estos comercios de Acarigua-Araure
es pésima, ¿Dónde está la sanidad?, qué hace ese organismo, por qué no decir
que nos venden productos vencidos, dónde está la superintendencia de precios
justos… por qué no decir que la mayoría de los productos que venden vienen de
su mismo país, nosotros con nuestro petróleo financiando su economía, y de paso
nos estafan aplicándole precios ultra caros”.
Kevin García también opinó al respecto, dijo
que en China un camión (juguete) vale una locha en ese país, pero a los latinos
y especialmente a los venezolanos nos los venden en mil 500 bolívares ante la
mirada de la GNB, porque no se revisa cuando llego eso, de paso son peroles
viejos que tienen años en el país, pero nos estafan y nadie dice nada, no hay
ninguna autoridad que les ponga orden.
Afirmó que no es mentira que comerciantes
asiáticos de Araure fomentan la guerra económica al venderle a revendedores,
ellos tienen esa mafia, son ellos los que les venden caros a los buhoneros y
estos al público, pero se castiga al comerciante informal, pero el formal pasa
liso, o será que la Policía de Portuguesa, la GNB no ha visto como los camiones
se postran en las noches detrás de estos comercios para sacar la mercancía,
creo que este flagelo hay que atacarlo desde la raíz.
Finalmente llamó a las llamadas Ubch, para
que se hagan cargo de esta situación, es hora que el pueblo organizado haga
valer su vos, y pida sin miedo y ningún temor la expropiación de cualquier
comercio que robe a los portugueseños.
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