La oportunidad que los guajiros esperaban
(Cruz Mario Silva).- El encuentro de mi
presidente Nicolás Maduro, con las etnias indígenas, el pasado lunes en
Miraflores, además de florido y vistoso fue maquillado y anedóctico, lo digo
porque la jornada se basó en el reconocimiento del Estado venezolano de los
aborígenes y su cultura, más no así en el reconocimiento de ellos al proceso
bolivariano y chavista, más allá de las consignas a favor de mi comandante
eterno narradas en sus lenguas. Quiero dejar claro que no soy ni racista ni
segregacionista, sin embargo, la oportunidad de ese encuentro fue desperdiciada
por quienes conociendo la Ley Guajira (ojo por ojo y diente por diente) y la
actividad delictiva en la que se encuentran muchos de los “nativos”, especialmente
los del estado Zulia, no vislumbraron la posibilidad de comprometerlos para
neutralizar el contrabando de extracción. Aunque mucho dirán: “ese no era el
escenario”, “eso no estaba plantado”, pero aun así, soy de los que piensan que
cualquier momento es bueno para dejar claro las reglas del juego. Ustedes
sabían que los guajiros y las guajiras no diferencian la frontera, en
territorios de la alta Guajira, saben por qué, porque asumen que eso es una
sola tierra; por lo que andan con cédula de identidad venezolana y cédula de
identidad colombiana, insisto no me mal interpreten, pero hubiese sido
productivo emplazar a los representantes de los
indígenas de las diferentes castas radicadas en el Zulia y hacer que
frente a las cámaras y frente al país, se comprometieran a denunciar quiénes,
cómo hacen y dónde están los aborígenes que se aprovechan del contrabando de la gasolina, la harina
precocida, el aceite, el cemento, en fin. En Maracaibo un litro de aceite comestible
puede llegar a costar 220 bolívares, por poner un ejemplo, sino desen una
vuelta por Ziruma, Las Corubas, Las Tarabas, Chino Julio, La Polar, El Cuatro,
Canchancha, Motocros, Los Bucares y pare de mencionar y los verán a todos ellos
-con una improvisada mesa- con los productos regulados. Por eso pienso que ese
acercamiento sirvió para darle un espaldarazo a los nativos que sirven de mula
en el mercado negro, al tiempo que reforzó la estructura del lado colombiano
que sostiene el contrabando. Pobre del gobernador Arias Cárdenas, quien con
chip de gasolina, capta huellas y rotación de los efectivos militares en los
puestos de la frontera cada cierto tiempo, no logrará su objetivo, se le
convertirá el ombligo en teta. Dejo claro también, que no es culpa del
presidente Maduro de eso, sino de su equipo, quien debe ser más inteligente,
práctico y oportuno al momento de afinar estrategias para desarrollar la labor
gubernamental en el entendido que para eso están, no para servir de jarrones de
adorno. No diserto de los otros nativos, aun cuando sé que su forma de vida
también atenta contra el medioambiente y la economía nacional, porque eso lo
dejaré para otro artículo, ¡ah! pero en lo que si estoy de acuerdo, es con el
sistema matriarcado con que funcionan, producto de la organización con la que ellas
accionan.
twitter:
@periodistacruz
C.I 9546782
CNP 8739 CRGV 1753 Telf. 0414 5545584
Representante
de Periodista por la Verdad, miembro del Frente de Comunicadores Socialistas y
de la Plataforma de Periodistas Socialistas en el estado Portuguesa. Araure,
15-10-2014
Comentarios
Publicar un comentario